miércoles, 27 de junio de 2012

y volver, volver, volver...

    Y aunque no quise el regreso
     siempre se vuelve
     al primer amor.

                  Carlos Gardel (cantante uruguayo)


      Soy un tipo de rachas. Las ganas me van y me vienen según las épocas y las preferencias.  Cuando miro Roland Garros o las finales (perdidas) de la Davis me dan ganas de pegar raquetazos a lo loco, cuando el mundial de fútbol aumento la cantidad de partidos y cuando leo mucho, como no, me pongo a escribir.  Ninguna de las tres cosas las hago bien del todo, tampoco mal y ahí el secreto del contagio porque en los Juegos Olímpicos no salgo a correr los 100 metros lisos en 9" 76 ni a saltar en garrocha, tampoco me atrevo con el basquetbol más que nada porque soy lento corriendo, temo a las alturas y soy un pésimo baloncestista.
     Como dije llevo varios meses recuperando mi faceta lectora de la mano de Cortázar con sus Historias de cronopios y de famas, y de Rodrigo Fresán con La velocidad de las cosas, entonces me propuse a mi mismo recuperar mi lado blogueril para buscar  la gloria perdida (?) sin miedo a la vergüenza ajena, ni a la propia. Así que vuelvo al ruedo con este humilde espacio aún virgen de seguidores, de línea editorial y de contenido. Ahora tengo ganas, lo malo es que a veces las ganas me duran dos días.
     Vuelvo, ahora si, con la esperanza de que este sea mi blog definitivo (o no).  Vuelvo quizás porque está de moda en estos tiempos de que Boca vuelve a jugar una final de América, de que River vuelve a la A y San  Lorenzo a la B, vuelven Los vengadores y los Thundercats, vuelve el verano y con él la calor, vuelve el invierno y el frío (elija la opción correcta según el hemisferio en el que viva ustet, lector), vuelve hasta la moda de los '80 así que no se queje si un día amanece calzado con unos jeans nevados y unas hombreras dignas de el quaterbacks de los Giants de New York. Vuelvo aunque nunca levate la tapa y muchas veces lo haga afuera del tarro.